El individuo como protagonista del cambio organizacional

La gestión de cambio, implica integrar todos los aspectos: tecnología, infraestructura, modelo de negocio, procesos y la gestión humana, en una comunión de interrelaciones, para buscar el equilibrio, en la constante evolución de la organización.

El cambio organizacional requiere de la evolución individual de las personas que integran la organización. Cada individuo percibe y siente el cambio de una manera muy particular, de acuerdo a su modelo mental, creencias e inteligencia emocional.

 

Cambio de paradigma

 

Es por eso que el cambio profundo y real comienza con la revisión de mapas y paradigmas que forman parte de la cultura organizacional de cualquier empresa, institución y persona, y se expresan en forma de valores, actitudes, comportamientos deseados y aceptados, normas y reglas básicas.

En todo cambio de paradigma, hay una doble energía, el individuo afectando al todo (la empresa), y el todo que es impregnado con la energía individual, generando un círculo que se retroalimenta en forma continua con el objetivo de encontrar un modelo coherente.

 

Toda organización se regula con un principio universal, la homeostasis, respuestas adaptativas y retroalimentación, con el fin del equilibrio.

 

En este sentido, debemos decir que el cambio profundo no es un simple cambio cosmético o de imagen. Se requiere repensar a la organización, lo cual implica una revisión de los mapas y paradigmas con que funciona la organización.

  • ¿Cuán dispuestas están las personas a fluir con el ritmo de los tiempos en que viven?
  • ¿Están abiertos a recibir los cambios en los hijos, trabajo, sociedad, empresa?
  • ¿Realizan movimientos internos en sus creencias?
  • ¿Son capaces de escuchar otros puntos de vista y aceptarlos?

Una organización consciente, abierta al aprendizaje, a la evolución de todos los involucrados, trabajará con todos esos interrogantes para generar una transformación real y sustancial en los modelos colaborativos, en la calidad de los productos y en los servicios.

Los líderes, necesitan tener conciencia clara del cambio en las personas, a fin de diseñar estrategias que tengan en cuenta el factor individuo, como protagonista del cambio. Es un desafío que ofrece la oportunidad de crecer, desarrollarse y tener nuevas experiencias.