La Misión del Alma – II

Vínculos y relaciones que elegimos

 

Hoy, quiero compartir cómo los vínculos son parte del viaje que el Alma elige. El Alma, para evolucionar de una encarnación a otra, selecciona la conciencia familiar, la ciudad y el país. Papá, Mamá y tu alma se eligen.

Nuestro primer círculo de relaciones es uno de los más importantes, ya que en él nos formamos.

 

1era. Esfera de la Familia se conforma con: padres biológicos o adoptivos, abuelos, bisabuelos, tíos/tías, hermanos, pareja, hijos, primos, nietos, hijos adoptivos o hijos de parejas, amigas que viajan juntas, amigos de la familia que se consideran integrantes de la familia. Cada uno, en su rol o función, está ahí para nuestro aprendizaje y evolución.

Algunos de ellos tienen una intervención de tiempo corto, mientras que otros llegan a nuestras vidas después de pasar por varias situaciones y evoluciones. A veces, los desafíos y conflictos en estas relaciones son una interpretación de la personalidad, y nuestra Alma sabe que cada Ser es una chispa divina, incluso si no siempre podemos verlo así debido a nuestro estado de consciencia.

Entre Seres nos hacemos daño, no nos reconocemos como esa chispa divina, lo que causa dolor al Alma. La personalidad y el ego pueden silenciar al Alma, dejándola sin fuerza para atravesar la situación.

Nuestra Alma ha aceptado un viaje con el propósito de evolucionar, pulirse y crecer espiritualmente. Para ello, necesita un cuerpo, una vasija que honre su presencia y la acompañe en el viaje elegido. Todos en esta esfera son Maestros, reflejos, espejos, y algunos nos enseñan la humildad, la paciencia, la alegría, el coraje y la perseverancia.

En la segunda esfera, encontramos La Esfera de los Maestros, que incluye a profesores, Maestros Espirituales y Almas que iluminan nuestra vida. Nuestra Alma nos guía hacia ellos, y cuando nos encontramos con un Alma Superior, ya no hay caminos, solo apertura de senderos. Nuestra Alma es el artífice de este encuentro.

La tercera esfera, La Esfera de las personas que conocemos en un viaje, incluye encuentros fugaces con desconocidos que dejan una resonancia en nosotros. Somos energía y emitimos una señal que atrae o repele. La resonancia es como una huella energética que nos conecta con seres de la misma energía o superior.

Al tomar conciencia de esto, nuestra vida cambia radicalmente. El Alma nos guía a salir de donde ya no está nuestra vibración, y podemos establecer un diálogo con ella para aprender y crecer.

Es maravilloso sentir esta unión con tu Alma. Puedes preguntarle y tener un diálogo con ella, explorando qué necesitas aprender, qué estados de conciencia o inteligencia están dormidos y qué desafíos y aprendizajes están presentes en tus relaciones.