Todo síntoma o enfermedad se desencadena a partir de un conflicto o situación que nos provoca una emoción que no puede ser gestionada psicológicamente, es decir que el conflicto se vuelve biológico cuando ha quedado registrado en el cuerpo porque no ha podido ser superado por la mente.
Uno de los objetivos que persigue la biodescodificación, es ayudar a encontrar los motivos, las causas de una enfermedad. En este proceso que tiene distintas fases, la persona recorre un camino natural de conexión con su interior para encontrar, junto al terapeuta, el momento justo en que experimentó la vivencia que desencadena la enfermedad específica.
“Es importante saber que nadie decide tener una emoción que provoque un conflicto interno que desencadene una enfermedad, sucede de forma involuntaria, irracional e inconsciente.”
La generación de la enfermedad se da en tres instancias: la vivencia emocional, la traducción del inconsciente hacia un proceso biológico determinado que permite reducir el nivel de estrés, y la aparición de los síntomas concretos.
Por ejemplo, cuando vivimos una situación que nos causa preocupación y no podemos dar con la solución o respuesta correcta (vivencia emocional), nuestro organismo busca reducir el nivel de estrés (proceso biológico), con la aparición de un dolor de cabeza (síntoma). Este síntoma nos alertará sobre la permanencia de la preocupación en nuestra mente. Es un sentido biológico de supervivencia.
Podemos tener distintos desequilibrios
– Funcional
– Orgánico/Estructural
– De Comportamiento
En el desequilibrio funcional el conflicto está activo, acontece en el momento en que se percibe, como por ejemplo, no soporto el modo en que mi jefe me trata, lo cual me produce una gastritis, es una situación que sucede en el momento.
La hipertensión es un buen ejemplo de un conflicto funcional. Una presión alta es el resultado de la sangre presionando sobre las paredes de las arterias durante las diferentes fases de bombeo del corazón. Ocurre cuando no se expresan los sentimientos y emociones durante un largo período de tiempo. Se vive constantemente al borde del conflicto, sin llegar a conclusiones, bajo una presión constante.
En el desequilibrio orgánico o estructural el conflicto está presente y se puede evidenciar en tumores, cánceres, enfermedades de la piel, etc. Por ejemplo, una persona que tiene divertículos, niega problemas en la familia, es como si no quisiera que saliese la suciedad al exterior.
Un desequilibrio de comportamiento es por ejemplo el “cansancio”, frecuentemente relacionado con el hecho de que la persona dispersa su energía y deja fácilmente controlarse por sus miedos, inseguridades e inquietudes. Puede deberse a un sentimiento de aburrimiento o falta de amor por lo que uno hace.
Los distintos desequilibrios o desajustes nos dicen algo sobre nuestras emociones inconscientes, es por eso que a los síntomas no hay que dejarlos pasar, sino buscarles una utilidad a través de la comprensión. El terapeuta en Biodescodificación practica el arte de descifrar, de escuchar de forma orgánica, y busca la coherencia entre el síntoma y el sentido biológico. La toma de consciencia y el cambio de las emociones, contribuye a la disminución o liberación del síntoma o desajuste.