Trascender el Ser Parte I

“Mis primeras experiencias”. Por Cecilia Baroli

 

Este escrito trata sobre un recorrido propio, autorreferencial, con pasos descriptivos, sin intención de que sea un modelo, más bien, un ejemplo de reconexión

Desde edad temprana, sentí en mi interior la necesidad de buscar, sabía que había algo más amplio de lo que se me presentaba como mundo. Pocas veces me atreví a hablarlo con mis padres, cuando yo preguntaba sobre cosas más profundas o inquietantes, la respuesta de mi mamá era: “Cecilia, vos y tus cosas…”

Antes de la escuela primaria, mi mundo resonaba en esferas, me metía en ellas y jugaba con distintos personajes, era un mundo “ilusorio”, aunque muy real para mí. Estaba mucho tiempo así, sin decirlo a nadie. De esta forma,  en edad muy temprana, antes de la escolaridad, fue que aprendí cosas que me llegaban sin hacer ningún esfuerzo por saberlas como, por ejemplo, entender la hora, la geometría y símbolos.

El ingreso a la escuela primaria convencional fue muy traumático para mí, y creo que para mi mamá también. Luego, más adelante, resoné con los números, la física y la química. Esa voz interna que escuchaba cuando niña, esos juegos en las esferas se fueron espaciando, hasta desaparecer. Ya no los oía, había callado mi voz interior.  De hecho, nada se escucha o ve con los cinco sentidos físicos.

Entonces, la vida fue haciendo lo suyo. No sé cómo ni cuándo comenzó, pero mi ser adhirió completamente al sistema que todos conocemos como realidad: la dualidad

 

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