Visión Astrológica – III

Visión astrológica | El alma en cada regreso tiene una nueva expresión

 

Cada uno tiene una personalidad con una determinada ruta de viaje  y un destino que alcanzar dentro del plazo de vida que nos toque vivir. Este viaje está lleno de relaciones, trabajo, retos y obstáculos, pruebas y triunfos.

Cada uno de nosotros tiene también un alma con su Propio destino y una ruta que seguir, un camino que comenzó en el pasado remoto y continuará para siempre. Sin embargo, el Alma tiene un plan, un propósito para nuestra personalidad en esta vida.

“Su intención es ayudar  a la personalidad en su viaje vital, para que alcance el “destino” que le tiene reservado.”

Alinear la personalidad con el Alma

 

A menudo estas rutas son divergentes. Las experiencias de nuestra vida – con la familia, las relaciones y a veces nuestra profesión – suelen influir en la dirección  que  la desvíe por completo del camino.

Cada uno está acuciado por conflictos internos que son el producto de una colisión entre el alma y la personalidad, un fenómeno que puede manifestarse como pena, depresión, ira, una atormentadora insatisfacción o un profundo vacío.

El desafío, como adultos espirituales en ciernes, es “encontrar la ruta del alma en la que nuestra personalidad puede prosperar.”

Nuestra Alma conoce las situaciones  y relaciones del pasado y creerá las oportunidades que necesitamos para resolverlas.

A veces, a fin de crear un equilibrio ( causa / efecto), una injusticia en una vida pasada, < creamos> una experiencia dolorosa.

No podemos “maquillar” una experiencia angustiosa para que parezca mejor, pero si somos conscientes de que nos traerá una comprensión más profunda, un sentido del porqué / del para qué, no aparecerá tan arbitraria.

El Alma está en el proceso de enseñarle algo que el Ego no quiere comprender.

¿Qué pasa cuando las creencias de pronto entran en un serio conflicto?

Creencias fomentadas por la familia: <la única manera de cambiar era aspirar  a la perfección>

Nunca se me ocurrió pensar que la perfección podía existir en cualquier momento.

Aspirar a la perfección nos puede llevar a postergar las cosas, y llenarnos de sentimientos de inutilidad, fracaso y miedo. A valorar al producto final sin prestar atención al proceso.

Tomar una decisión, que esta vieja creencia muriera. Los Objetivos de la perfección no son tan perfectas.

– ¿Cuál es la perfección que mi alma quiere que yo vea en sus muchas creaciones?

– ¿Cómo me serviría esas experiencia?

– Piensa en tu propia vida:

  • Tratar de recordar una experiencia particular dolorosa, siente las emociones que ese recuerdo evoca. Pregúntate:

 

    • ¿Por qué traje esta experiencia a mi vida?
    • ¿Qué oportunidad de crecimiento y conciencia me brindó?
    • ¿Qué me enseñó acerca de mí o de otras personas?
    • ¿Cómo hizo que mi vida fuera mejor?